By 2020, experience will overtake price and product as the key brand differentiator.
Las marcas apuntan cada vez más a la experiencia, sumándola a los atributos emocionales en un mundo donde los aspectos funcionales ya no hacen la diferencia. La habilidad está en crear experiencias que identifiquen las vivencias de cada uno de los consumidores con los productos que consumen. Cuanto más impactante y agradable sea la experiencia, mayor será la disposición de compra y notoriedad de la marca.
El consumidor de hoy es super-informado y exigente. Hay que crear un discurso que arrope a todos los puntos de contacto, formulando un diálogo holístico y honesto, presente en todos los aspectos de la marca de manera sostenible en el tiempo: imagen, mensajes, canales y desempeño.
Para que todo funcione, es necesario un sistema de control para asegurarse que la experiencia de marca mantenga la promesa con el consumidor antes, durante y después de la compra.